Done ahoraRamatoulaye, alumna en Niger
Ramatoulaye es una joven estudiante de 11 años que vive en Niamey, capital de Níger. En este país de África occidental, la situación es precaria en materia de seguridad y la escolarización de las niñas sigue siendo un tema delicado.
9 de cada 10 mujeres de más de 15 años carecen de formación. Las niñas se quedan en casa para ocuparse de las tareas domésticas y el matrimonio a una edad temprana es habitual: un 75 % de las chicas se casan antes de los 18 años, y el 36 %, que tienen entre 15 y 19 años, son madres o están embarazadas. Muchas veces, cuando los padres carecen de los medios para escolarizar a todos sus hijos, dan prioridad a la educación de los varones.
Si no fuera a la escuela, me quedaría en casa para encargarme siempre de las mismas tareas domésticas. Pero eso no es lo que quiero; lo que deseo es estudiar para llegar a ser médica.
Por este motivo, Enfants du Monde, junto con su colaborador local ONEN (Organización Nigeriana de Formadores Innovadores, por sus siglas en francés), apoya las "escuelas de la segunda oportunidad”. Estas escuelas imparten una educación primaria a niños de entre 9 y 13 años que han sido desescolarizados prematuramente o que no fueron escolarizados, en los barrios desfavorecidos de Niamey y Tahoua.
Los docentes de estas escuelas han recibido una formación que les permite impartir las clases, tanto en francés como en la lengua materna de los alumnos (como, por ejemplo, el zarma). Además, el material pedagógico desarrollado por Enfants du Monde tiene en cuenta el contexto cultural de la zona con el fin de responder a las necesidades de la población. De este modo, los niños pueden utilizar el conocimiento adquirido en su día a día. Por ejemplo, los alumnos van a estudiar los distintos métodos para purificar el agua de los pozos.
Enfants du Monde da especial importancia a la escolarización de las niñas en todos sus programas educativos, ya que tan solo si reciben una educación podrán defenderse de los múltiples abusos que pueden llegar a padecer y forjarse un porvenir.
La felicidad es poder estudiar, obtener diplomas y hacer lo que te guste.
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