21.04.2015 – Liza, de 13 años, proviene de una familia pobre que vive en una región rural al norte de Bangladesh. A diferencia de otros jóvenes, ella no desea instalarse en Daca, la capital del país, en busca de un futuro mejor.
Liza está aprendiendo a coser en una de las escuelas apoyadas por Enfants du Monde, lo que le permite tener la oportunidad de tener un futuro en su región. Liza podrá pedir un microcrédito a través de la escuela cuando acabe su formación, al que, por supuesto, piensa sacarle provecho. “Me gustaría abrir mi propio taller aquí, en mi pueblo. Estoy convencida de que podré gozar de un futuro tranquilo”, dice.
Actualmente, Liza ya gana dinero gracias a la ropa que confecciona y que vende en la escuela. “Como puedo mantener a mi familia y aprendo muchas cosas útiles en la escuela, mis padres no quieren casarme pronto”. Gracias a la formación, muchas niñas logran evitar los matrimonios precoces y la posible explotación en las fábricas textiles de la capital.
Enfants du Monde apoya 92 escuelas en las regiones rurales de Bangladesh. De esta forma, más de 3000 niños y jóvenes pueden aprender y reciben durante cinco años enseñanza básica de calidad.