26.07.2010 - A pesar de que la mayor parte de las zonas afectadas por el terremoto aún se encuentran bajo los restos y que la reconstrucción avanza a un paso lento, la vida cotidiana ha retomado su rumbo.
En Bel Air, un barrio pobre de Puerto Príncipe en el que Enfants du Monde financia un jardín infantil y un centro de recreación para jóvenes, los habitantes no se dejan vencer por la desesperación. Dos terceras partes de las familias damnificadas que se habían refugiado en el patio del jardín infantil, cerca de 300 personas, pudieron instalarse en refugios provisorios en donde se encuentran sus casas destruidas, en casa de familiares o en el campo.
“Poco después del terremoto y hasta el mes de junio, los acogimos en nuestro jardín, les dimos comida caliente y les brindamos cuidados médicos cuando lo requerían”, explica Elifaite Saint-Pierre, coordinador de SAJ Veye Yo, el socio de Enfants du Monde en Haití.
Gracias a la financiación de “Chaine de Bonheur”, a los donantes de Enfants du Monde y a las diferentes ayudas a favor de Haití, Enfants du Monde pudo colaborar con SAJ Veye Yo para que pudiera darle de comer a las familias que se encontraban en el jardín infantil. Desde abril, hay 65 niños que van al jardín infantil para merendar y comer a medio día.